🌱Comer bien, vivir mejor: la dieta que une salud, planeta y tradición rural

Una propuesta internacional busca transformar la alimentación global, y en Costa Rica y Aragón, las ferias del agricultor y los mercados agroalimentarios ya ofrecen los ingredientes clave para lograrlo

La Comisión EAT-Lancet, integrada por 50 científicos de todo el mundo, ha actualizado su propuesta de Dieta de Salud Planetaria (DSP), un modelo alimentario capaz de prevenir hasta 15 millones de muertes prematuras al año y reducir significativamente el impacto ambiental de la producción de alimentos.

La clave está en una dieta a base de vegetales, que permite el consumo de carnes roja. Una fórmula adaptable, sabrosa y culturalmente diversa que respeta tradiciones como la mediterránea y la mesoamericana.

🌎 ¿Qué tiene que ver esto con Costa Rica y Aragón?

Mucho. En Costa Rica, las Ferias del Agricultor ofrecen cada semana productos frescos, locales y accesibles: verduras, frutas, legumbres, lácteos y huevos que encajan perfectamente en la DSP, por ser productos frescos.

Asimismo, en Aragón, donde los mercados agroalimentarios y las iniciativas de kilómetro cero promueven el consumo consciente, la biodiversidad y el respeto por los ciclos naturales.

🍅 Ingredientes que salvan vidas y protegen el planeta

Según el informe, los alimentos generan el 30% de los gases de efecto invernadero y afectan cinco de los nueve límites planetarios esenciales: cambio climático, pérdida de biodiversidad, uso del agua dulce, transformación del suelo y ciclos de nitrógeno y fósforo.

Adoptar esta dieta no solo mejora la salud individual, sino que contribuye a un sistema alimentario más justo y sostenible. La propuesta incluye políticas públicas como etiquetado riguroso, eliminación de subsidios dañinos y reducción del desperdicio.

🤝 Binacionalidad como puente alimentario

Tiquicia Aragón celebra esta convergencia entre ciencia y tradición. Desde las ferias del agricultor costarricenses hasta los mercados agroalimentarios aragoneses, la dieta saludable y planetaria ya se practica, se saborea y se comparte. No es una utopía futura, sino una realidad cotidiana que merece ser visibilizada y fortalecida.

Cada fin de semana, en Costa Rica y Aragón, tenemos al alcance de la mano lo que el mundo propone como solución: productos frescos, locales y llenos de vida, traídos por manos campesinas que alimentan no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras comunidades.

Porque comer bien es también cuidar la tierra, honrar la comunidad y construir futuro.